Innovación es un concepto que, según el Manual de Oslo, remite a la “implementación de un nuevo o mejor producto, servicio, proceso; un nuevo método de marketing o modelo de hacer negocios, de organización del trabajo“. Sin embargo, la innovación incorporada a las empresas responde a una dinámica dada: producto/servicio que se desarrolla, clientes, canales de transmisión, liderazgo y cultura organizacional, entre otras cuestiones.
Los procesos de innovación en las empresas son complejos, en tanto en cuanto, deben de responder también a criterios de rentabilidad, competitividad, posicionamiento de mercado, etc. Dávila y Epstein alertan del riesgo que muchas empresas asumen cuando el encaje entre innovación incremental e innovación disruptiva no se asume de manera integral y transversal en la empresa, la llamada Paradoja de la Innovación. El reto es interesante pues las empresas se desenvuelven cada vez más en entornos de cambios profundos que exigen que los niveles de dirección empresarial gestionen de forma diferente, innovadora. ¿Están en disposición las empresas de las Islas de asumir estos desafíos? ¿Cometen los mismos errores de gestión las Startups?