Entre Zuckerberg y Musk existe un muro de por medio, la concepción de la Inteligencia Artificial como herramienta indispensable para el futuro.
La historia de la ciencia nos ha deleitado con muchas rivalidades de primera calidad. Decimos “deleitado” porque gracias a ellas —y a la inconformidad de sus protagonistas—, es que hemos podido disfrutar de las ventajas de muchas de sus invenciones, hoy en día imprescindibles para la sociedad. Mientras Graham Bell y Elisha Gray competían por la patente del teléfono, cada uno de ellos mejoraba la versión anterior del modelo fabricado por su rival. Si Fred Hoyle no se hubiese burlado de la teoría del átomo primigenio de Georges Lamaitre, hoy en día no asociaríamos las palabras “Big Bang” con el origen del universo. De hecho, si Thomas Edison no hubiese rechazado el método de corriente alterna de su entonces joven aprendiz, Nikola Tesla, seguramente no encenderías la luz de tu casa de la manera que acostumbras. Mark Zuckerberg y Elon Musk no serán una excepción. El creador de Facebook, y la cara y encargado de Space X, se preparan para lo que parece ser el próximo duelo titánico sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA).
El fuego fue encendido por una pregunta realizada a Zuckerberg por un usuario de Facebook, durante una entrevista transmitida en vivo en la respectiva red social. “¿Qué opinas de las advertencias de Elon Musk sobre los peligros de la Inteligencia Artificial?”. El creador de Facebook no tardó en contestar: “Tengo opiniones muy claras sobre esto. Los negacionistas o los que tratan de ensalzar escenarios apocalípticos… simplemente no les entiendo. Creo que es muy negativo y, de alguna forma, muy irresponsable“.
Elon Musk no tardó en responder con una zasca que no tiene desperdicio. “He hablado con Mark sobre esto. Su comprensión del tema es limitada”. ¡Vamos que hay que tener nervios de acero para llamarle “limitado” a Mark Zuckerberg! Y es que previamente, en un evento de la Asociación Nacional de Gobernadores, Musk señaló: “Personalmente, tengo acceso a tecnología de punta sobre la Inteligencia Artificial, y justamente por eso, es que creo que la sociedad debería de estar bastante preocupada. Yo seguiré advirtiendo sobre sus peligros, pero hasta que no veamos a robots asesinando a gente por las calles, no sabremos cómo reaccionar”.
“La meta de los proyectos de Inteligencia Artificial es lograr que un sistema copie el comportamiento y la comprensión humana, para luego poder mejorarlos y superarlos”
No solo el co fundador de Space X aboga por un control más minucioso de la Inteligencia Artificial. Investigadores, científicos y desarrolladores, desde DeepMind, hasta Stephen Hawking, están en su mismo bando. Consideran que tanto la creación, como la aplicación de la IA en todos los campos posibles, debe ser regulada. Una de las razones principales es que los proyectos de investigación sobre IA son de carácter estrictamente exponencial, ambos en software, y en hardware. Es decir, no evolucionan linealmente, sino exponencialmente. La meta de estos proyectos es lograr que un sistema copie el comportamiento y la comprensión humana, para luego poder mejorarlos y superarlos. Pero para alcanzar dicho objetivo se debe aprender, y lamentablemente, se aprende de los errores. Las equivocaciones y la repetición de procesos son tareas que pueden llegar a suponer un riesgo potencial para la sociedad. Sin ir muy lejos, recordamos los devastadores efectos que ha causado la proliferación de los drones en la fauna natural.
Los bots zombies de Facebook.
Recientemente, Mark Zuckerberg tuvo la oportunidad de experimentar el razonamiento de Musk en carne propia. El Departamento de Facebook de Investigación y Desarrollo de IA (Facebook Artificial Intelligence Researchers) tuvo que apagar un sistema creado para estudiar el comportamiento de los bots en diferentes procesos de negociación. Los bots, llamados Bob y Alice, desarrollaron la capacidad de diseñar su propio lenguaje de comunicación. Los investigadores se percataron de esto cuando notaron que utilizaban palabras aleatorias y carentes de sentido. Inicialmente, pensaron que se trataba de una falla técnica. Sin embargo, al analizarlo descubrieron ciertos patrones que asomaban una conclusión aún más asombrosa: eventualmente, los bots crearon el nuevo lenguaje de comunicación, puesto que les era más eficiente y directo que el inglés.
Si un sistema de IA ignora el lenguaje con el que fue programado, la función del desarrollo y la aplicación de la tecnología para la que fue diseñado prácticamente se desvanece. Hablamos de cortar el canal de comunicación entre un software o hardware, y su controlador, el ser humano. Si te frustra que tu móvil no se encienda cuando estás presionando el botón de encendido, hazte una idea. Es por esto que los investigadores de Facebook decidieron clausurar el sistema, antes de que perdieran la comunicación por completo.
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